Importancia de gestionar correctamente los residuos peligrosos

Mantener una correcta gestión de residuos peligrosos es un aspecto fundamental de la responsabilidad medioambiental de las empresas y una necesidad urgente para la protección del entorno y la salud de las personas. Por tal razón, llevar una gestión inadecuada no solo puede provocar contaminación y daños irreparables, sino también puede conllevar sanciones legales severas, pero ¿Qué son los residuos peligrosos?, ¿Por qué es crucial gestionarlos adecuadamente? en este post te explicamos lo que necesitas saber.

Según la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, define a los residuos peligrosos como “residuos que presentan una o varias de las características de peligrosidad enumeradas en el anexo I y aquél que sea calificado como residuo peligroso por el Gobierno de conformidad con lo establecido en la normativa de la Unión Europea o en los convenios internacionales de los que España sea parte. También se comprenden en esta definición los recipientes y envases que contengan restos de sustancias o preparados peligrosos o estén contaminados por ellos, a no ser que se demuestre que no presentan ninguna de las características de peligrosidad enumeradas en el anexo I”.

De tal forma, los residuos peligrosos son aquellos que, por sus propiedades, contienen sustancias químicas que presentan un peligro para la salud humana y el medio ambiente. Estos residuos pueden ser sólidos, líquidos o gaseosos, y a menudo contienen sustancias químicas, biológicas o radiactivas que pueden ser toxicas, explosivas, corrosivas, o reactivas.

Algunos ejemplos incluyen: pinturas, absorbentes, tóner, baterías, aceite usado, adhesivos, entre otros., por ello la clasificación de un residuo como “peligroso” va a depender de sus características y los efectos que puede causar si no se manejan correctamente.

  • Prevenir la contaminación ambiental: Un residuo peligroso mal administrado puede filtrarse en el suelo, agua y el aire, causando una contaminación a gran escala. Por ejemplo, los productos químicos tóxicos pueden contaminar áreas agrícolas afectando a la biodiversidad como a la salud humana.

  • Proteger la salud humana: El contacto directo con residuos peligrosos, sin un manejo adecuado de seguridad, puede ocasionar efectos adversos inmediatos, como quemaduras, infecciones o intoxicaciones. A largo plazo, la exposición continua puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades graves, como cáncer, generar problemas respiratorios y otros problemas de salud crónicos.

  • Cumplir con las normativas vigentes: Las leyes exigen que las empresas gestionen correctamente los residuos peligrosos, ya que el no cumplir con las normas establecidas puede resultar una sanción económica para la entidad o incluso el cierre de la empresa.

  • Conservar los recursos y contribuir a la sostenibilidad: Una gestión adecuada de los residuos facilitará su reciclaje y valorización, lo que ayuda a evitar la acumulación de desechos y a minimizar la necesidad de generar recursos nuevos. Esto contribuye a la sostenibilidad y fomenta la economía circular.

Para garantizar que los riesgos asociados a los residuos peligrosos se minimicen, es fundamental llevar a cabo una serie de pasos para cumplir con la efectiva gestión de los mismos. Estos son:

  • Reducir en origen: El primer paso será adoptar las medidas necesarias para que la cantidad de desechos generados sea reducida al máximo, con el fin evitar la creación de residuos. Esto se logra mediante la aplicación de las 3R: Reducir, Reutilizar y Reciclar. De esta forma se busca evitar el desperdicio y optimizar los recursos.

Una vez que se haya reducido al mínimo la cantidad de residuos y se hayan extraído la mayor cantidad posible de materiales reciclables, es fundamental proceder con los siguientes pasos:

  • Identificación y clasificación: La correcta identificación y clasificación permitirá determinar el tipo de desecho, sus características y el nivel de peligrosidad de los mismos.

  • Almacenamiento: Una vez identificados y clasificados, se procede a almacenar temporalmente los residuos peligrosos en contenedores adecuados y seguros, siguiendo la normativa vigente.

  • Etiquetado: Los contenedores deben estar debidamente etiquetados para garantizar su correcta identificación. Además, se deben de ubicar en áreas controladas, sin el acceso de personas no identificadas, para evitar posibles fugas o derrames.

  • Transporte seguro: Durante el transporte de los residuos, se deberá cumplir con las leyes vigentes para garantizar su manejo adecuado. Esto incluye el uso de vehículos especializados, contenedores homologados y medidas preventivas que reduzcan el riesgo de cualquier incidente o derrame durante el traslado.

  • Tratamiento final: Los residuos peligrosos serán gestionados mediante las mejores prácticas disponibles. Además, debe promoverse la recuperación de materiales o sustancias que sean valorizables, favoreciendo así la reutilización de recursos y minimizando la cantidad de residuos generados.

  • Registro: Desde el momento en que el residuo ingresa al centro de transferencia, es importante tener un registro de todos los desechos generados, transportados y gestionados. El registro debe incluir información sobre la cantidad, tipo, origen y destino de los residuos.

La correcta gestión de residuos peligrosos no solo es una obligación legal, sino una responsabilidad ambiental para la sostenibilidad del planeta y futuras generaciones. Implementar los procedimientos adecuados en reducción de origen, identificación, almacenamiento, transporte, tratamiento y registro de los residuos permitirá minimizar los impactos negativos en la sociedad.

Desde Valorización Medioambiental, podemos ayudarte con la solución más efectiva para garantizar una completa gestión de tus residuos, asegurando el cumplimiento normativo y contribuyendo con la economía circular de tu empresa.

¡No dejes para mañana lo que puedes gestionar hoy! Residuo peligroso: baterías

Compartir la Entrada:

Entradas Relacionadas